Claves para evitar la propagación de incendios en el transporte escolar

Cada día millones de niños y niñas y adolescentes en todo el mundo hacen uso del transporte escolar para llegar a sus centros educativos. Aunque en principio los autobuses son un medio seguro, existe sin embargo la posibilidad de que surjan imprevistos como problemas técnicos, fallos eléctricos o accidentes en la carretera, que pueden provocar la propagación de un incendio. Por ello, contar con un equipo de extinción contra incendios es vital para salvaguardar la seguridad de quienes viajan a bordo.

Los extintores de incendios son herramientas esenciales para hacer frente a situaciones de emergencia, sobre todo cuando se trata de un vehículo lleno de personas especialmente vulnerables, como son niños y niñas. La rapidez juega un papel crucial y, por supuesto, dependerá asimismo de la presencia de un extintor funcional y accesible en el autobús. Y, además de tener extintores disponibles y en perfecto estado, es imprescindible que el personal y asistentes de autobús tengan conocimiento sobre cómo usarlos correctamente en caso de emergencia. Esta formación incluye el conocimiento de los tipos de fuego, las técnicas adecuadas de extinción y la importancia de mantener la calma en situaciones críticas.

Medidas preventivas contra los incendios

Para hacer frente a estos eventos que pueden darse en cualquier momento y lugar, deben establecerse acciones preventivas y respetarse ciertas reglas antincendios. Si bien es cierto que las causas de los incendios a bordo de estos vehículos no siempre son fáciles de determinar, sabemos que existen cinco factores principales de riesgo: una fuente de calor, las vibraciones, el desgaste de los materiales, que se produzca un fallo en el funcionamiento o un mantenimiento deficiente.

¿Cómo se puede contribuir a la prevención de incendios en los autobuses?

Existen directivas europeas e internacionales para luchar contra los incendios a bordo de vehículos que transportan pasajeros. Entre ellas, se especifica que pueden instalarse extintores automáticos en el compartimento motor, así como dispositivos de detección de humo. Por otro lado, se ha probado que un control regular del vehículo puede permitir detectar las anomalías susceptibles de provocar el fuego. Además, existen una serie de acciones que deben tenerse en cuenta antes y durante el viaje:

Antes de comenzar el viaje:

  • Es importante controlar la presión de inflado de los neumáticos, verificando que no se producen fugas de aceite por el tubo de escape y asegurarse de que el humo saliente no sea de color azul. Además, hay que cerciorarse de que los sistemas de precalentamiento del motor funcionan adecuadamente.
  • Realizar un mantenimiento preventivo y regular para asegurarse de que todos los componentes están en buen estado de funcionamiento, y que incluye los sistemas eléctricos, motores, frenos y sistemas de combustible.
  • Llevar a cabo inspecciones exhaustivas para identificar posibles problemas mecánicos o eléctricos antes de que se conviertan en riesgos.
  • Entrenamiento del personal: Proporcionar capacitación adecuada a chóferes y personal de mantenimiento en cuanto a la seguridad, el uso de extintores de incendios e identificación de señales de advertencia de problemas potenciales.
  • Seguridad eléctrica: Se debe evitar la sobrecarga al conectar demasiados dispositivos o cargadores en los puntos de carga de los autobuses equipados con sistemas eléctricos avanzados.
  • Almacenamiento seguro de combustibles: Si el autobús funciona con combustible líquido, asegurarse de que el almacenamiento de combustibles sea seguro y de que no haya fugas.
  • Desarrollar un plan de evacuación y asegurarse de que tanto el personal como los/as pasajeros/as tienen información sobre cómo desocupar el vehículo de manera segura en caso de un incendio.

Durante el viaje

  • Se debe verificar el medidor de temperatura del líquido refrigerante.
  • En caso de sobrecalentamiento del motor, de los frenos, del ralentizador o retarder o si hay olores sospechosos, debe pararse inmediatamente el vehículo y verificar el correcto funcionamiento del ralentizador, ya sea hidráulico o eléctrico.
  • Por último es fundamental hacer una supervisión continua durante los viajes para detectar cualquier problema o incidente en sus primeras etapas y llevar a cabo un registro de cualquier incidente relacionado con incendios o problemas de seguridad para aprender de ellos y mejorar así las medidas de prevención que, en última instancia, pueden salvar vidas.

¿Cómo se debe evacuar un autobús escolar?

Llegado un caso de emergencia, lo primero que hay que hacer es procurar, en la medida de lo posible, mantener la calma. Después, salir inmediatamente del vehículo estacionando en un lugar seguro y accionar el freno de mano y no pararse a recoger nada (mochilas, abrigos…), extremando además la precaución una vez fuera si el autobús se encuentra en una vía por la que discurra tráfico. Por su parte, el cometido de quien conduce el autobús o en su caso el de su acompañante, será primero asegurarse de que la evacuación se lleva a cabo correctamente y que los menores que viajan a bordo se encuentran a salvo, y en segundo lugar pedir ayuda a los servicios de emergencia vía telefónica o por radio.

La seguridad en los autobuses escolares es un compromiso constante, donde las medidas contra incendios juegan un papel crucial y para lo que debe cumplirse con las regulaciones y estándares específicos de seguridad, y donde las revisiones continuas y los conocimientos sobre los modos de actuación en caso de emergencia son pilares fundamentales para salvaguardar las vidas que viajan a bordo.

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Empresas, fábricas, comercios, comunidades de viviendas o instituciones deben cumplir el nuevo Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios.

 

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