Qué medidas contra incendios requieren las comunidades de vecinos

A la pregunta de si una comunidad de vecinos precisa contar con medidas de prevención contra incendios, la respuesta es sí. En concreto y, de acuerdo con el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios, estas deben pasar trimestralmente una revisión de los aparatos que se tenga instalados para tal fin en los lugares comunes de un edificio de viviendas: salas de calderas, descansillos de las escaleras, trasteros, garaje, salas de uso común…

Y es que, además de los riesgos de que se produzca un incendio en el interior de las viviendas, estos espacios comunes de los vecindarios cuentan con zonas o instalaciones potencialmente peligrosas, por lo que se hace vital contar con una serie de medidas de protección y prevención, que ayudan a evitar accidentes o daños importantes en caso de incendio y que variarán en función de las características estructurales del edificio o sus metros cuadrados.

¿Con qué medidas de prevención deben contar las comunidades de vecinos?

Extintores en las escaleras

Al menos debe haber uno en cada planta del edificio, el cual deberá estar al alcance de cualquier persona que se vea afectada en una situación de incendio y que se situará cerca de las puertas de evacuación.
Además, estos deberán pasar las pertinentes inspecciones trimestrales y anuales obligatorias por parte de personal especializado. Sin olvidar, asimismo, el retimbrado de los extintores cada 5 años.

Puertas cortafuegos

Otro de los elementos fundamentales en la prevención contra incendios y con las que toda comunidad debe contar.
Conviene recordar en este punto la importancia de mantener las puertas cortafuegos cerradas, ya que, de lo contrario, si se produjera un incendio, no podrían cumplir con su función de evitar que el fuego crezca y se extinga por asfixia. A su vez, las puertas evitan que el humo penetre en el hueco de las escaleras y se cree un efecto chimenea que contamine la zona de viviendas y otros espacios del edificio.

Señalización de emergencia

En caso de producirse un incendio, es vital que tanto las vías de evacuación como las salidas de emergencia se encuentren perfectamente señalizadas y libres de obstáculos que impidan la libre salida del edificio. También y, lógicamente, las luces deben funcionar correctamente, ya que su cometido es activarse automáticamente si se produce un fallo en el alumbrado general.

Bocas de incendio

Otro de los elementos presentes en comunidades vecinales y garajes al que debe prestarse especial atención. Deberán revisarse al menos cada tres meses de manera obligatoria, además de realizarse una revisión anual por parte de profesional autorizado. ¿Qué debe revisarse en concreto? Aparte de los propios equipos, se revisa su contexto: la correcta instalación en cuanto a altura, señalización y acceso suficiente en caso de que fuera necesario emplearse, así como limpieza o engrasado de las partes mecánicas.

Ya sean de 25 mm o de 45 mm, requerirán idénticas pruebas de mantenimiento, consistentes en desplegar la manguera en su totalidad y comprobar su presión, llevar a cabo su retimbrado (consistente en una prueba hidráulica en la que se conectan las mangueras a una bomba portátil y se someten a una presión de 15 bar.) y, finalmente, en la colocación de un distintivo indicando la fecha de la realización satisfactoria de dicha prueba.

Sistemas de detección y alarma de incendios

Aparte de la instalación y ubicación de los detectores de humo en los edificios de viviendas, resulta igual de importante su correcto mantenimiento. Para ello, deberá:

• Comprobarse el correcto funcionamiento de las maniobras programadas, en función de la zona de detección.
• Verificarse y actualizarse la versión de «software» de la central, de acuerdo con las recomendaciones del fabricante.
• Comprobarse todas las maniobras existentes: avisadores luminosos y acústicos, paro de aire, paro de máquinas, paro de ascensores, extinción automática, compuertas cortafuego, equipos de extracción de humos y otras partes del sistema de protección contra incendios.
• Verificarse el estado de los detectores (fijación, limpieza, corrosión, aspecto exterior) además de llevar a cabo una prueba individual de funcionamiento de todos los detectores automáticos, de acuerdo con las especificaciones de sus fabricantes.

Hay que tener en cuenta además que la vida útil de los detectores de incendios será la que establezca el fabricante y, si esta no se indicara, se considerará de 10 años.

Columna seca

Este elemento, que únicamente puede ser utilizado por el Servicio contra Incendios, deberá cumplir las operaciones de mantenimiento, que resultan vitales para asegurar el buen estado del sistema, y que consistirán en comprobar y maniobrar las llaves de las conexiones cada 6 meses y realizar la prueba quinquenal (estanqueidad y resistencia mecánica) cuando corresponda.

Algunos consejos útiles a tener en cuenta

• Como comentábamos en líneas anteriores, los equipos anti incendios deben estar correctamente revisados y mantenidos con sus inspecciones periódicas pertinentes por parte de una compañía habilitada y homologada para ello. Por eso, es importante que la persona encargada de la administración de fincas mantenga una relación directa con la empresa contra incendios de que se trate.
• Mantener la red eléctrica del edificio en condiciones. Para ello, las comunidades de propietarios deberán preocuparse por revisar el estado de la red eléctrica que, de encontrarse en malas condiciones, puede provocar cortocircuitos con un alto riesgo de incendio.
• Si bien no es obligatorio disponer de medios de prevención particulares en las viviendas, es sin embargo muy recomendable. Así, instalar detectores en zonas como las cocinas puede ser de gran utilidad.
• En la medida de lo posible, deberá tratar de sustituirse materiales como maderas y barnices inflamables (presentes en algunos edificios antiguos en las paredes de los portales, rellanos o escaleras) por otros ignífugos.
• Asegurarse siempre de que tanto vías de evacuación como las salidas de emergencia estén libres de obstáculos que impidan la salida ordenada del edificio si hay un incendio.
• Mantener la limpieza en la comunidad de propietarios, especialmente en garajes y trasteros. Para ello, no debe acumularse basura, cartones, muebles o líquidos inflamables ni tampoco fumar bajo ningún concepto en el interior de los mismos, ya que muchos de los fuegos que se producen se deben a cigarrillos mal apagados.

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