El verano trae consigo condiciones climatológicas propicias para la propagación de incendios, especialmente en zonas agrícolas, en las que, la combinación de altas temperaturas, sequía y vegetación seca aumenta significativamente el riesgo de fuego en los campos. Ante este escenario, es básico que las máquinas agrícolas estén equipadas con extintores en buen estado y funcionando correctamente, pudiendo marcar la diferencia entre una emergencia controlada o pérdidas devastadoras.
En este sentido, hace unos días se ha aprobado una nueva orden foral 118E/ 2023 para la regulación del uso del fuego en suelo no urbanizable para la prevención de incendios forestales. Entre otras cuestiones, indica que, para cosechadoras, es necesario portar una mochila de 15L o extintor hídrico de 9L. Además, especifica el tipo de quemas que puede realizarse en terrenos agrícolas y forestales, así como los trámites necesarios para ello y cuándo se puede utilizar maquinaria agrícola y equipos agrícolas de riesgo. Así, aclara que, en ningún caso, podrán emplearse, si la meteoalerta es nivel rojo, mientras que, si es nivel naranja, amarillo o no hay aviso, podrá utilizarse en los supuestos y condiciones fijadas para los distintos tipos de trabajos forestales.
Asimismo, en la orden se hace hincapié en otros puntos de interés general, como actividades de ocio, barbacoas o material pirotécnico.
Prevención, un elemento clave
El fuego en el campo puede propagarse a gran velocidad, causando daños irreparables en cuestión de minutos. Por eso, la prevención y una respuesta inmediata resultan fundamentales para mitigar los riesgos. Llevar extintor en las máquinas agrícolas permite actuar de manera temprana y eficaz ante cualquier conato de incendio, frenando así su propagación y descontrol.
Los extintores deberán, pues, estar en óptimas condiciones de funcionamiento durante la temporada estival. Para ello, deben llevarse a cabo inspecciones periódicas con el fin de verificar que se encuentran perfectamente cargados, tienen la presión adecuada y no presentan daños físicos como abolladuras, fugas o corrosión. Además, es esencial comprobar que las etiquetas y señales del extintor son legibles y están actualizadas.
Otro de los puntos clave para prevenir un conato de incendio radica en que los operarios de las máquinas agrícolas estén capacitados en su uso adecuado, conociendo cómo operar el extintor de manera efectiva y estar familiarizados con los procedimientos de seguridad en caso de incendio. En definitiva, brindar capacitación regular sobre el manejo de extintores y las prácticas de prevención de incendios ayudará a garantizar una respuesta adecuada en situaciones de emergencia.
Ubicación accesible y visible
Otro de los puntos fundamentales a tener en cuenta es que los extintores estén ubicados en un lugar visible dentro de las máquinas agrícolas. Deberán estar colocados además en un soporte adecuado, evitando su obstrucción por otros equipos y herramientas. Como decimos, en caso de incendio, cada segundo cuenta, y poder acceder rápidamente al extintor resultará vital en la contención inicial de las llamas.
Colaboración y responsabilidad
Acabar con los incendios es cosa de todos y, en el caso de los incendios en el entorno agrícola, esta responsabilidad es compartida por agricultores, operarios de maquinaria y las autoridades competentes.
Por ello, además de ser responsables de los equipos de prevención contra incendios y su correcto uso y mantenimiento, es esencial fomentar la colaboración y el intercambio de información sobre las medidas de prevención y seguridad contra incendios, y establecer canales de comunicación efectivos para informar inmediatamente ante cualquier conato de incendio y así coordinar los esfuerzos de extinción.
TABLA: NORMATIVA PARA MAQUINARIAS AGRÍCOLAS
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